El Rey del Mundo
Un hombre levanta el palo con el que guía a las ovejas de vuelta al caserío. El valle deja al descubierto el pueblo de Leitza; pareciera que lidera al pueblo más que a las ovejas. Sin embargo, el hombre está sometido al dominio de la naturaleza, que se alza imponente sobre él, las ovejas y el pueblo. Curiosamente, los dos focos de luz que el sol proyecta sobre el monte, al otro lado del valle, hacen parecer que lo vigila y le recuerda su posición en el ciclo vital.
