Ellos son los protagonistas, corren majestuosos por las calles, allí se encuentran con nosotros, chocan, saltan, embisten. Unos pies sin dueño, un corredor a lomos de un toro, una carrera alocada, sin sentido…. pero llena de tradición, de pasión, de peligro y de pureza. Esto son los encierros de Pamplona, un caos controlado donde la pasión está dominada por la tradición.
