Alrededor del torico de fuego una espiral de chispas que cae sobre niños y adultos, de blanco y rojo, que corren cubriéndose la cabeza. Detrás, el ayuntamiento. De los momentos más especiales de los sanfermines, por la nostalgia de los recuerdos de infancia. El torico de fuego marca el paso del día a la noche, Pamplona bajo el atardecer, la adrenalina mezclada con el miedo, el olor a pólvora, los gritos, las carreras y las risas, y los destellos de luz en los ojos.
Fotografía analógica tomada con una cámara Nikon F-301.
