Pequeños ojos, grandes sueños

En esta foto aparece un niño en brazos de su padre, aproximándose a un gigante y alargando la mano para entrar, por primera vez, en contacto con tan querido personaje. La imagen refleja una primera experiencia cargada de emociones: miedo, nervios, prudencia… y conmueve porque congela ese instante de magia en la infancia, donde se entrelazan la fantasía y los grandes sueños. El contrapicado realza el punto de vista del niño, enfatizando su mirada, su inocencia, su admiración y sus anhelos. El padre, aunque no es el protagonista —por eso está en un segundo plano—, también es esencial, pues es testigo y hace posible este encuentro.